El 9 de julio de 1522, la penosa travesía de la nao Victoria parecía llegar a su fin cuando los navegantes avistaron Cabo Verde. Pigafetta lo anota así en su diario: "carecíamos totalmente de víveres, y si el cielo no nos hubiese concedido un tiempo favorable, habríamos todos muerto de hambre". Este territorio de la Macaronesia, que alberga como las Canarias una importante cantidad de flora endémica, pertenecía entonces a Portugal; de este modo, continúa Pigafetta narrando cómo mintieron para no ser detenidos, afirmando que venían de las costas de América y no del Cabo de Buena Esperanza, con el fin de obtener así víveres. Lo pudieron hacer un par de días, hasta que la chulapa que enviaban desde la nao a tierra para obtener alimentos no volvió, por lo que fueron capturados sus tripulantes. La Victoria emprende entonces su última etapa del viaje hacia la Península Ibérica para dar la vuelta al mundo, no sin antes percatarse por el diario de Pigafetta que al haber navegado "siempre hacia el oeste, siguiendo el curso del sol y habiendo regresado al mismo punto, debíamos ganar veinticuatro horas sobre los que permanecían en el mismo sitio". Habían ganado, por tanto, un día.
Créditos - Ilustración: Bertius, 1602
Espacios
Especies
Especímenes
CO2 absorbido (Kg/año)
0
Administradores